El tiempo se mide por las sombras que crecen pero nadie sabe de qué tamaño serán (2025)

Pensar el espacio como palimpsesto me permite crear un collage pictórico, compuesto de registros fotográficos con celular para construir un simbolismo que enuncia narrativas a partir de composiciones que incluyen elementos visuales como intervenciones superficiales en las fachadas, autoconstrucciones arquitectónicas y gráfica urbana. Cada uno de estos elementos permanece o cambia conforme la temporada avanza, ya sea por el desgaste, cuestiones climatológicas o estacionales, permitiendo comprender la obra también como otra manera de medir el tiempo.

Un calendario metafórico, las maneras tradicionales de medir el tiempo (calendarizaciones, horarios) son construcciones culturales. Al proponer nuevas maneras de hacerlo, se desafían convenciones y se invita a reflexionar sobre cómo estas estructuras afectan nuestra forma de vivir y percibir el mundo. El tiempo se puede experimentar de maneras distintas ya sea por medio de recuerdos, emociones, ciclos naturales e incluso procesos biológicos y deteriorativos.

En la actualidad la medición del tiempo está relacionada con la productividad y el control, la serie se propone como una alternativa que desacelera el enfoque utilitario del tiempo, a la par de valorar las connotaciones micropolíticas que hacen frente a prácticas neoliberales y hegemónicas que desempeñan un papel significativo en la transformación del paisaje.